UN SENDERO HACIA LA FE
La verdadera humildad y una mente receptiva nos puede conducir a la fe.
Cada una de las reuniones de A.A. es una seguridad adicional de que Dios
nos devolverá el sano juicio si logramos relacionarnos adecuadamente
con Él.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 35
Como resultado de mi última borrachera acabé en el hospital totalmente
destrozado. Fue entonces cuando pude ver mi pasado flotar ante mis ojos.
Me di cuenta de que, a causa de la bebida, había vivido toda pesadilla
que me pudiera haber imaginado. Mi propia obstinación y obsesión de
beber me habían llevado a un abismo negro de alucinaciones, lagunas
mentales y desesperación. Finalmente derrotado, pedí a Dios que me
ayudara. Su presencia me convenció para que creyera. Se me quitó la
obsesión de la bebida y, desde entonces, he sido librado de mi paranoia.
Ya no tengo miedo. Ya sé que mi vida es sana y cuerda.
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