UNA LIBERTAD SIEMPRE CRECIENTE
En el Paso Siete es donde hacemos el cambio en nuestra actitud que nos permite, con la humildad como nuestra guía, salir de nosotros mismos hacia los demás y hacia Dios.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 81
Cuando finalmente le pedí a Dios que me liberase de esas cosas que me estaban apartando de El y de la luz solar del espíritu, me embarqué en el viaje más glorioso que me hubiera podido imaginar. Experimenté una liberación de aquellas características que me tenían envuelto en mí mismo. Debido a este Paso de humildad, hoy me siento limpio. Estoy especialmente consciente de este Paso porque ahora puedo ser útil a Dios y a mis compañeros. Sé que El me ha concedido la fortaleza para hacer Su voluntad y me ha preparado para cualquier persona o cosa que se me presente hoy en mi camino. Verdaderamente estoy en Sus manos, y doy gracias por la alegría de poder ser útil hoy.
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