HACER ENMIENDAS
Sobre todo, debemos estar absolutamente seguros de que no nos estamos demorando por causa del miedo.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 92
El tener valor, el no tener miedo, son regalos de mi recuperación. Me hace posible pedir ayuda y seguir haciendo mis enmiendas con un sentido de dignidad y humildad. Para hacer enmiendas se requiere cierta cantidad de honestidad que creo que me falta; sin embargo, con la ayuda de Dios y la sabiduría de otros puedo buscar adentro y encontrar la fortaleza para actuar. Mis enmiendas pueden ser o no ser aceptadas, pero después de que están hechas puedo caminar con un sentimiento de libertad y saber que, por hoy, yo soy responsable.
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