...el temor dice: "No te atrevas a mirar..."
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 52
¡Cuán frecuentemente en mis días de bebedor yo evitaba una tarea sólo
porque me parecía muy grande! ¿Es de extrañar entonces que, aun estando
sobrio por algún tiempo, actué de la misma manera cuando me enfrento a
lo que parece ser un trabajo monumental, tal como hacer sin miedo un
minucioso inventario moral de mí mismo? Lo que descubro, después de
llegar al otro lado - cuando ya he completado mi inventario - es que la
ilusión era más grande que la realidad. El temor de enfrentarme a mí
mismo me paralizaba y, hasta que no estuviera dispuesto a poner el lápiz
sobre el papel, yo estaba bloqueando mi crecimiento a causa de algo
intangible.
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