GLORIOSA LIBERACIÓN
"En el mismo instante en que dejé de discutir, empecé a ver y a sentir.
En ese punto, el Paso Dos empezó gradual y suavemente a infiltrarse en
mi vida. No sabría decirte en qué día o en qué momento empecé a creer en
un Poder superior a mí mismo, pero puedo afirmarte que ahora sí tengo
esa creencia. Lo único que tuve que hacer para adquirirla, fue dejar de
pelear y tratar de practicar el resto del programa con el mayor
entusiasmo que pude.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 29
Después de haberme entregado durante años a la "desenfrenada
obstinación", el Segundo Paso fue para mí una gloriosa liberación de
estar a solas. Ahora no encuentro en mi camino nada demasiado penoso, o
que no se pueda superar. Siempre hay alguien aquí para compartir conmigo
las cargas de la vida. El Segundo Paso llegó a ser una forma de
reforzar mi relación con Dios, y ahora me doy cuenta de que mi locura y
mi ego estaban curiosamente vinculados. Para quitarme de aquélla, tengo
que entregar éste a uno mucho más ancho de hombros que yo.
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