AQUELLOS QUE TODAVÍA SUFREN
En cuanto a nosotros, si descuidamos a quienes aún sufren, ponemos en inmediato peligro nuestras vidas y nuestro sano juicio.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 160
Yo conozco el tormento de beber obsesivamente para calmar mis nervios y mis temores. También conozco el dolor de la sobriedad forzada. Hoy yo no olvido a la persona desconocida que sufre quietamente, retirada y escondida en el desesperado alivio de beber. Le pido a mi Poder Superior me dé su orientación y el valor para estar dispuesto a ser Su instrumento y llevar dentro de mí compasión y acciones generosas. Que el grupo continúe dándome el valor para hacer con otros lo que no puedo hacer solo.
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